Trastornos del aprendizaje no verbal

Oct 16, 2023 | Sin categoría

El Trastorno del Aprendizaje No Verbal (TANV) es el menos conocido de los trastornos del aprendizaje. En los círculos científicos y académicos se debate actualmente si se trata de un síndrome con entidad propia o si sus características no son más que un grado menor o mayor de otros trastornos del aprendizaje. Polémicas a un lado, los niños con dichas características presentan unos déficits concretos que afectan tanto a su rendimiento escolar como a su desarrollo emocional, lo cual justifica la necesidad de un diagnóstico y una intervención lo más precoces posible, con el objetivo de mejorar su aprendizaje y, en un último fin, su calidad de vida.

Rourke (1988), a partir de su modelo etiológico, definió el TANV como la consecuencia de una lesión, un desarrollo inadecuado o una disfunción de la sustancia blanca del hemisferio derecho del cerebro y de las fibras que conectan ambos hemisferios. Así pues, el TANV presenta ante todo déficits en las áreas cognitivas dependientes del hemisferio derecho, a saber, la percepción visuoespacial, la motricidad básica (mantenimiento del gesto y la postura), el procesamiento de estímulos no verbales, el procesamiento holístico y la síntesis de información, el razonamiento matemático, la pragmática del lenguaje y la percepción de emociones.

En síntesis, el TANV afecta a cinco áreas clave, resumidas en la tabla siguiente, que recoge también ejemplos concretos de los diferentes déficits:

DIAGNÓSTICO E INTERVENCIÓN

El diagnóstico del TANV se realiza con una serie de pruebas que ponen de manifiesto tanto los déficits como las aptitudes del niño (no debemos olvidar que el hemisferio izquierdo está perfectamente preservado y que el niño con TANV suele presentar una buena memoria auditiva, una buena lectura mecánica y un amplio vocabulario). Las pruebas diagnósticas cubren las áreas de inteligencia general, funciones visuoespaciales y perceptivas, memoria verbal y visual, funciones instrumentales (lenguaje espontáneo, lectura, comprensión verbal y lectora, escritura y cálculo) y funciones ejecutivas (organización y planificación). La importancia del diagnóstico diferencial también es relevante, puesto que los síntomas del TANV pueden solaparse con los del Síndrome de Asperger y otros trastornos del aprendizaje en ciertas áreas.

Es necesario destacar la importancia de un diagnóstico precoz. A diferencia de otros trastornos cuyos déficits en el área verbal se detectan rápidamente en el ámbito escolar, el TANV pasa más desapercibido durante los primeros años escolares. Un buen diagnóstico a tiempo ayuda a planificar las intervenciones educativas y emocionales necesarias para ayudar al niño con TANV a maximizar sus capacidades y suplir sus carencias, mejorando con ello su pronóstico.

La intervención psicopedagógica del TANV se lleva a cabo con dos objetivos clave: estimular al máximo los puntos débiles y, a su vez, enseñar al niño estrategias basadas en sus habilidades para compensar sus déficits. En nuestro Centro Psicopedagógico planificamos la reeducación en base a la edad del niño y de sus características individuales, aunque seguimos unos principios generales basados en sus habilidades: uso de instrucciones verbales, procesos secuenciales y rutinas, y variedad de ejemplos concretos. Los niños con TANV presentan un ritmo más lento de aprendizaje (hay que recordar que procesan la información de forma diferente), pero son trabajadores, tenaces y detallistas, con lo cual, enseñándoles las estrategias adecuadas, pueden alcanzar un óptimo nivel de aprendizaje y autonomía.

Mª del Mar Martínez Pineda
Psicóloga y Educadora del Centre Psicopedagògic Traç

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